Desacomodando el insípido andar

 




Lucho contra mi insípido andar. De pisar un circuito interminable, pálido y lleno de vacíos camuflados. Impulsado al devenir por el peso de la inactividad.  

 Enfrentados para contrarrestar el corazón anestesiado, que se acomoda en la inutilidad.

 Sostener un recuerdo vivaz parece ser la estrategia en la que el sinsabor sucumba.

 Tener presente las razones (aunque sean conceptos sin pasado ni futuro) y dejar ausente la existencia fluctuante.




 
 Sin aguardar nada. Respirar el odio al impulso de otras fuerzas.

 A la espera muere la vida.

 El sol ilumina los pasos o seca los huesos en la quietud.

 Tenemos la sentencia para estrangular el recorrido circular y desabrido.

 Matando el flujo de las aguas que forzosamente nos orientan nace el juicio a la mente insulsa.

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